Cuarta transformación

El fin de la Cuarta Transformación

La dirigencia del PRI, antes de entrar en negociaciones con Morena, debe recordar: la intransigencia, aún en lo razonable, de los partidarios de AMLO, cuando ellos estaban en el poder.
domingo, 20 de junio de 2021 · 19:34

En el proceso electoral de 6 de junio pasado, AMLO y su 4T ganaron y perdieron. No siempre se gana. Así es el juego de la política. Lo sabemos todos y mucho más aquellos que hacen de ella su forma de vivir o de enriquecerse.

Los comentaristas han hecho referencia, principalmente, a los cambios políticos que derivaron de las elecciones. No han profundizado en un tema: las repercusiones que la nueva integración de la Cámara de Diputados tendrá para la actual administración pública federal en el ramo hacendario. En esta colaboración se hace referencia a ese tema.

En el ramo hacendario AMLO y su 4T sufrieron una derrota importante. No es exagerado decir que hasta aquí llegaron. No supieron administrar su victoria de 2018. Sus 30 millones de votos no les dieron para más.

La derrota a la que aludo no tiene que ver con el número de cargos públicos o posiciones que perdió o ganó Morena. Está referida a algo más trascendente: no obtuvo la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, lo que implica que Morena no tendrá, sin aliados, el control del rubro más importante de un gobierno: el ejercicio del gasto público.

La derrota repercute en otras materias estratégicas: ser cámara de origen en lo relativo a impuestos y endeudamiento (artículo 72, inciso h, constitucional); la aprobación del presupuesto anual de gastos (artículo 74, fracción IV); la posibilidad de alterar la integración de los entes que intervienen en la organización y calificación de las elecciones INE (artículo 41); el control y vigilancia del gasto público, la organización y funcionamiento de la Auditoría Superior de la Federación (artículo 79); lo relativo a la declaración de procedencia (artículo 111) y, algo teórico, pero que ahora pudiera ser trascendente: recibir acusaciones, darles curso y nombrar una comisión que acuse a servidores públicos ante el Jurado de Sentencia (artículo 110). Hay otras materias.

La separación de Arturo Herrera del cargo de secretario de Hacienda, con vistas a proponerlo como presidente del Banco de México, y la propuesta de Rogelio Ramírez de la O para sustituirlo, debe entenderse como una medida extrema.

Al secretario de Hacienda debe ratificarlo la Cámara de Diputados (74, frac. III); en el contexto político actual es más factible que la ratificación la hagan los actuales diputados a convocatoria de la Comisión Permanente, a que lo haga la próxima Legislatura. En su momento, la ratificación del titular del Banco de México puede ser una cuestión de mero trámite en el Senado o en la Comisión Permanente.

La nueva integración de la Cámara de Diputados apunta a un mayor y mejor control del gasto público. La Cuarta Transformación, en el fondo, implicó algo sencillo: gasto de los recursos públicos sin planeación, orden y control, al margen de lo autorizado en el presupuesto y con adjudicación directa de las principales obras. Esto pudiera haber llegado a su fin.

Todo apunta a que Morena en la Cámara de Diputados perderá el control de las comisiones que tienen que ver con el ramo de hacienda. La composición de ellas quedará a criterio y al voto de sus adversarios.

Mientras no llegue el 31 de agosto del presente año, dada la integración de la Comisión Permanente actualmente en funciones, salvo que exista complicidad o negligencia, es imposible lograr un acuerdo por virtud del cual se convoque al Congreso de la Unión para conocer de una reforma constitucional en relación con rubros que interesan a la 4T; ésta no cuenta con las dos terceras partes para convocar a un periodo extraordinario de sesiones (artículo 74, fracción IV). La oposición, conociendo las mañas de los “morenos”, sabe que no puede permitir que en una eventual convocatoria aparezca la fórmula “conocer de estos y los demás asuntos que se consideren pertinentes”.

La 4T consiguió y retuvo el voto ciudadano a base de repartir recursos públicos entre las clases bajas. Si la Cámara de Diputados y la Auditoría Superior ejercen las funciones de supervisión y de fincar responsabilidad a quienes no acaten el presupuesto anual, eso se acabó. Ya no habrá manga ancha en el manejo de los fondos públicos.

Si la refinería de Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y el Tren Maya no se terminan de aquí al 31 de diciembre, se van a quedar como proyectos inconclusos. Será suficiente con que la Cámara de Diputados no apruebe los recursos necesarios, para que esos proyectos se detengan.

Los “morenistas” no podrá sacar adelante declaraciones de procedencia contra servidores públicos que les sean incómodos o antipáticos.

La 4T manejó muy mal sus relaciones púbicas con ciertos sectores de la sociedad y con los otros poderes, tanto federales como locales. Su estrategia fue el enfrentamiento. No tuvo la colaboración que tuvieron otros presidentes de la República con los miembros de los otros poderes y con la sociedad.

Hasta aquí llegó la fuerza de la victoria que AMLO consiguió en 2018. A estas alturas de su vida tendrá que aprender a ser humilde. No le caería mal un curso, aunque sea en línea, de relaciones públicas. Se acabó eso de “que se apruebe esta iniciativa sin quitarle una coma”. AMLO y Salgado Macedonio no podrán cumplir sus amenazas de desaparecer a los miembros del INE y del Tribunal Electoral. Qué pena.

La dirigencia del PRI, antes de entrar en negociaciones con Morena, debe recordar: la intransigencia, aún en lo razonable, de los partidarios de AMLO, cuando ellos estaban en el poder. También debe recordar que en estos momentos el PRI por sí mismo no vale mayor cosa, que su valor estuvo y está en formar parte de una coalición.

Los del Verde son mercancía que está a disposición del mejor postor. De alguna forma ya lo reconoció su senador Manuel Velasco Coello. Dado el número de diputaciones que su partido ganó, está pronto a subir el precio por el que se entregarán. Olvida algo: que muchos de sus miembros tienen cola que les pisen y que el fiscal general de la República se ha especializado en pisar la extremidad colgante de quienes se insubordinan. Viene a mi mente algo de lo que se habló hace tiempo: el posible uso indebido de recursos federales en su paso por el gobierno de Chiapas (https://www.proceso.com.mx/nacional/estados/2018/11/26/maestros-burocratas-exigen-juicio-politico-para-manuel-velasco-por-desvio-de-recursos-216169.html). Alguien pudiera recordar el “suicidio” de una mujer, en circunstancias no aclaradas, en la Riviera Maya (https://aristeguinoticias.com/1902/mexico/escandalos-del-nino-verde/). No digo más.  

Reportaje publicado el 13 de junio en la edición 2328 de la revista Proceso cuya edición digital puede adquirir en este enlace.

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